El IoT engloba cualquier dispositivo que se conecte a la red y se comunique con otros objetos digitales.
La tecnología se desarrolla a una velocidad muy difícil de comprender para todo aquel que no esté especializado en el tema. La digitalización de la sociedad es cada vez mayor, lo vemos a diario en el hogar, el trabajo o en las propias ciudades, pero estamos en los comienzos de la nueva era online, en la que se solicitan todos los servicios de forma inmediata, y en el que el tiempo real es crucial. En este contexto, aún nos queda tiempo de progreso tecnológico hasta llegar al punto álgido de la revolución 4.0.
Para entender un poco mejor lo que veremos en próximos años, vamos a acercar el significado de “Internet de las cosas”. Cada vez existen más dispositivos conectados a Internet que incrementan el revolucionario concepto de “Internet de las cosas”. Podemos definirlo de forma muy simple como la red de objetos y dispositivos interconectados a Internet. Pero ya no solo hablamos de nuestro móvil o el ordenador con el que trabajamos, el Internet de las cosas, o IoT por sus siglas en inglés, engloba cualquier dispositivo que se conecte a la red y se comunique con otros objetos digitales, como una nevera, un termostato o la alarma de seguridad de nuestro hogar.
Para entender el concepto de IoT hay que dar una vuelta de tuerca a lo que conocemos ahora como interconectividad. Que desde nuestro smartwatch podamos contestar un mensaje sin usar el móvil, o utilizar el smartphone para programar la calefacción y tener así la casa caliente al llegar del trabajo son ejemplos que, hace poco, se podían considerar auténticas revoluciones tecnológicas, pero que hoy en día, quedan como meras anécdotas.
El Internet de las cosas se basa en la conexión de múltiples dispositivos para conseguir procesos más eficientes ahorrando tiempo y energía.
Un ejemplo a nivel usuario que puede plasmar muy bien la idea del IoT está estrechamente ligado a la domótica. La automatización de la vivienda, y edificios en general, lleva años implantándose en nuestra sociedad y consiste en integrar sistemas capaces de mejorar la eficiencia de los mismos en términos de seguridad, energía o comunicación.
Gracias al Internet de las cosas y a los múltiples dispositivos que hay enfocados al consumo, los edificios del presente y del futuro próximo serán inteligentes (Smart Buildings). Los electrodomésticos que se están desarrollando hoy en día, como lavadoras, aspiradoras o incluso los hornos, ya están equipados con acceso a Internet, lo que los incluye en el ámbito de IoT. Alarmas, televisiones, altavoces, termostatos, cámaras… todo pasa a estar interconectado para hacernos la vida más fácil y ahorrar energía. El sistema inteligente de automatización detectará cuándo es necesario calentar el edificio y limpiarlo. Además, gestionará el consumo de luz y agua, y tendrá el control del stock de los consumibles del edificio para poder gestionar su aprovisionamiento online automáticamente antes de que se acabe.
Pero la interconexión de diferentes dispositivos y sistemas no solo va dirigido a nivel usuario; como ya hemos comentado en un artículo anterior, la administración de las ciudades se está volviendo cada vez más digital, cada vez más inteligente.
En unos años, cuando todos los avances tecnológicos en movilidad y transporte estén implantados en las metrópolis, será fácil ver, por ejemplo, a coches autónomos circular por las carreteras de las ciudades. Unas carreteras, con sus pasos de peatones, semáforos, farolas y señales totalmente inteligentes y con acceso a Internet. Esta red de dispositivos interconectados realizará una mejor gestión del tráfico, ahorrando tiempo a los ciudadanos y haciendo la administración más eficaz.
Los avances en tecnológía que te acercamos en nuestro blog corporativo tienen como objetivo hacernos más cómoda y segura la vida.
Como venimos comentando, hay miles de dispositivos que nos rodean captando cantidades inimaginables de datos. Pero lo importante no son los datos en sí, ni la cantidad. Lo que crea valor es su tratamiento y gestión en tiempo real.
La tecnología que desarrollamos en Treelogic, basada en Big Data e Inteligencia Artificial (Machine Learning, entre otros), permite tratar esa ingente cantidad de información que es recopilada para ofrecer, de la forma más rápida y eficiente posible, soluciones avanzadas a los problemas que se plantean en el día a día. Del mismo modo, nuestras aplicaciones tecnológicas permiten ofrecer a los clientes un profundo análisis predictivo para poder anticiparse a futuros problemas.
Otro ejemplo de las facilidades que ofrecemos en Treelogic es la posibilidad de analizar y monitorizar aquello que para el cliente es importante. No importa si hablamos de la ubicación por GPS de una flota de vehículos de transporte o los datos de consumo de agua y luz de una fábrica. Poder acceder en tiempo real y a través de aplicaciones fáciles de usar y muy intuitivas, es una ventaja para aquellas personas encargadas de la gestión de la información.
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